Peritaciones Judiciales


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CUSTODIA COMPARTIDA

 Según la estadística publicada en el mes de marzo de 2015, en el año 2014 se solicitaron 40.000 expedientes de modificación de medidas para casos de custodia compartida

 El dictamen pericial, solicitado de parte, o por insaculación judicial del turno de intervención profesional, se dirige al Juez y debe ajustarse a la necesidad de asesorar sobre la demanda del magistrado. Implica delimitar qué cuestiones debe o no debe incluir. Para realizar el análisis el psicólogo forense debe conocer la demanda del Juez y los datos que éste precisa de su conocimiento profesional

Peritaciones en Temas de Custodia

 La custodia compartida es la situación legal mediante la cual, en caso de separación o divorcio, ambos progenitores ejercen la custodia legal de sus hijos menores de edad, en igualdad de condiciones y de derechos sobre los mismos. Se contrapone a la figura de la custodia monoparental que es ejercida por uno solo de los progenitores.

Es compartir las decisiones importantes de la vida del menor, como en qué localidad vivirá, a qué colegio irá, en qué idioma estudiará, qué médicos le atenderán, etc. Es compartir las obligaciones, como todos los gastos que tenga el menor, encargarse de él, de su educación, de su colegio, de sus costumbres, de sus amigos, etc.

En pocas palabras, compartir la custodia es seguir siendo y ejerciendo de padre y madre (en las mismas condiciones que se hacía antes del divorcio). La custodia compartida, existe desde que nacen hasta que se emancipan o una sentencia judicial priva a los menores de ese derecho, por el mero hecho de que sus padres se separen o divorcien.

 

¿IR DE UNA CASA A OTRA PERJUDICA A LOS HIJOS?

Ningún estudio científico, a nivel mundial, sustenta esa arcaica idea, pero sí existen multitud de ellos que opinan lo contrario. (Ver Informe Reencuentro en documentación). Es lo más beneficioso para los hijos, pues así se relacionan con sus dos familias extensas de forma completa. Es preciso conseguir que ambas casas las considere como propias, sin someter a los hijos a cambios de colegio, barrio ni amigos y haciendo que sienta confianza, apoyo y refugio en cada una de ellas.


VIOLENCIA DE GÉNERO

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia  como “el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona, un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daño psicológico, trastorno del desarrollo o privaciones.”

Violencia de Género

En este marco, se define la violencia familiar (Cantera, 2002) como “un comportamiento consciente e intencional que, por acción o inhibición, causa a otro miembro de la familia un daño físico, psíquico, jurídico, económico, social, moral, sexual o personal en general”.

Según la definición de la ONU (Ver United Nations General Assembly, 1993) la violencia de género es “cualquier acto o intención que origina daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a las mujeres. Incluye las amenazas de dichos actos, la coerción o privación arbitraria de libertad, ya sea en la vida pública o privada”.

La violencia de género es conceptualizada por la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género (Ver Ley 1/2004), en su exposición de motivos, como “una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas por sus agresores carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión y que tiene como resultado un daño físico, sexual o psicológico”.

 

Considerando la importancia de la prueba de la violencia psicológica en situaciones de malos tratos en el ámbito familiar, es necesario exponer y explicar el proceso pericial mediante el cual se puede llegar a concluir este extremo en un dictamen efectivo. Se exponen distintas concepciones de violencia psicológica, el proceso evaluativo mediante el cual se pretende demostrar la existencia de este tipo de violencia y distintas teorías que lo sustentan, las consecuencias negativas y secuelas psicológicas y sociales en las víctimas y su entorno, el mejor método para llegar a un nexo causal de tales secuelas, un breve apunte sobre la credibilidad del testimonio como estrategia para reforzar las conclusiones del dictamen pericial y un análisis de la intervención del psicólogo forense, de oficio o de parte, en la Administración de Justicia. Se pretende con ello conseguir la mejor actuación multidisciplinar jurídico-psicológica, sabiendo del peso de la prueba pericial en estos asuntos.


SINIESTROS DE TRÁFICO

La evaluación psicológica forense es diferente de la realizada con fines clínicos.

Sinietros de Tráfico

Muchos psicólogos realizan evaluaciones clínicas, la mayoría han tenido un entrenamiento en la administración de pruebas psicológicas. Sin embargo, son pocos los psicólogos clínicos que tienen experiencia en evaluación forense de daños y secuelas.

Después de realizar una evaluación forense, los psicólogos deben poder defender sus conclusiones por medio de explicaciones claras. Los informes deben ser presentados en un lenguaje entendible. Las conclusiones y recomendaciones reflejadas en un informe elaborado por un psicólogo forense han de favorecer la toma de decisiones sin añadir confusión al proceso.

Cada vez son más frecuentes los informes periciales para apoyar las demandas de patria potestad o las solicitudes de adopción. Pero los más comunes son: los que valoran las consecuencias de acontecimientos traumáticos del tipo accidente de tráfico, peleas, abusos, violaciones, malos tratos… Los casos de acoso en el trabajo,  y los que determinan si la persona que ha cometido un delito tenía la “capacidad de actuar culpablemente”, o lo que es lo mismo si es imputable o no el delito por el que se le acusa


MEDIACIÓN

«Uno de los cometidos principales del psicólogo es trabajar con las emociones y la mediación consiste en la intervención, en una disputa, de un tercero competente e imparcial, aceptado por las partes, que carece de poder de decisión y que les ayuda a conseguir acuerdo extrajudiciales. Ese tercero tiene, como función principal, manejar las emociones que se producen cuando las personas, que están en conflicto, tienen que llegar a acuerdos.

Mediación en Conflictos

Si las emociones de las personas que están en conflicto les hacen centrarse en el pasado, en lo negativo y en lo imposible, con el proceso mediador tratamos de cambiar esta situación, haciendo que las partes se centren en el presente, en lo positivo y en lo posible mediante la disminución de la intensidad emocional, mejora en la comunicación y cambios en la manera de comprender el punto de vista del otro.

La mediación es una manera de gestionar los conflictos y los factores emocionales juegan un papel muy importante en esta gestión. La actividad emocional se produce en todo el proceso, bien por la situación conflictiva objetiva, bien por las cogniciones que tenemos respecto al conflicto, bien en función de las tareas específicas que ponemos en marcha para resolver los conflictos.

El conocimiento del funcionamiento de las emociones es fundamental para la gestión de los conflictos y el psicólogo tiene ese conocimiento al igual que lo tiene de las relaciones interpersonales y del conflicto, lo que lo convierten en un posible candidato para ejercer como mediador, aunque la diferencia entre estas dos figuras hace posible que la condición de psicólogo experto no garantice su ejercicio como mediador.

El objetivo de la mediación es el acuerdo consensuado en una serie de asuntos y el establecimiento de un acuerdo, en forma de documento escrito. La psicoterapia tiene como objetivo la persona o la relación, y tiene como meta el cambio cognitivo, conductual y/o afectivo».

Trinidad Bernal Samper (26-01-2006)

 


VALORACIÓN DE LA CREDIBILIDAD DEL TESTIMONIO

«La valoración pericial y estimación de la veracidad del testimonio, en el contexto jurídico, resulta imprescindible en los casos en los que se vivencia la falta de testigos y de otro tipo de pruebas, porque estas agresiones se pueden producir en el ámbito privado, porque además puede pasar un tiempo hasta que se presenten las denuncias, dificultando así la obtención de la prueba que suele basarse, únicamente, en la declaración de las partes.

La idea básica para valorar la credibilidad de un testimonio es que la memoria de lo percibido y lo imaginado, lo realmente ocurrido y lo que no se ha vivenciado, presenta características diferentes.

A grosso modo se evaluará y analizará la congruencia emocional, si su afecto es adecuado a lo relatado, la ausencia de estereotipos intelectualizados, si la información ofrecida en la entrevista forense posee consistencia y coherencia lógica y psicológica, etc.

Todo ello con el objetivo de aumentar e incrementar la validez y fiabilidad de la valoración realizada y como estrategia de apoyo para reforzar las conclusiones del dictamen pericial.

Se tendrá en cuenta, asimismo, las escalas de control de la validez de las respuestas, sinceridad, distorsiones y otras escalas de diversas pruebas e instrumentos psicométricos. Aunque esto no es suficiente para concluir veracidad o simulación, sí nos ayuda en la conclusión final sobre la misma. Se valorará asimismo la presencia o ausencia de concordancia inter-medidas.

Es preciso reconocer que en la actualidad no existen instrumentos psicológicos que nos permitan valorar la credibilidad del testimonio de los adultos de una manera indubitada. Es por ello que consideramos que la información sobre credibilidad del testimonio debe considerarse como un instrumento de apoyo y nunca como una herramienta única sobre la cual se base la toma de decisiones judiciales».

 Revista Internauta de Pràctica Jurídica

Núm. 21, año enero-junio 2008,


CONCLUSIÓN

 

Law

Es necesario, cada vez más, y así se solicita por el Juzgado, la evaluación pericial psicológica correctamente realizada en situaciones, por ejemplo, de malos tratos, custodia, siniestros de tráfico, separación y divorcio, asuntos de violencia de género y todos los ámbitos del derecho.

Quedan patentes asimismo las dificultades de realización de una evaluación pericial. Dicha evaluación se debe apoyar en una realidad sociocultural, jurídica y psicológica, teniendo en cuenta todos aquellos variables y factores intervinientes en las situaciones que se dirimen en un tribunal de justicia.

Establecer un protocolo específico de evaluación psicológica forense permitirá responder de manera clara y fundamentada a las solicitudes periciales en los casos. Es importante que la prueba pericial se realice de forma completa, rigurosa y científica. Teniendo en cuenta que, como peritos o como testigos expertos, nuestra labor consiste en proporcionar en el contexto jurídico una información rigurosa, correctamente argumentada sobre la que apoyar una decisión adecuada.